sábado, 18 de agosto de 2012

El NO de la poesía



A propósito de la ocasión, transcribo uno de mis poemas preferidos, sí, porque a veces un no puede cambiar las cosas.


                                El puro no

El NO
el no inóvulo
el no nonato
el noo
el no poslodocosmos de impuros ceros noes que noan noan noan
y nooan
y plurimono noan al morbo amorfo noo
no démono
no deo
si son sin sexo ni órbita
el yerto inóseo noo en unisolo amódulo
sin poros ya sin nódulo
ni yo ni fosa ni hoyo
el macro no ni polvo
el no más nada todo
el puro no
sin no

         Oliviero Girondo, En la masmédula
         1954

domingo, 7 de agosto de 2011

El país de cuatro pisos y 4 más in between

(Imagen de la Revista de artes plásticas de Puerto Rico)

Ambrose (El amargo) Bierce tituló uno de sus libros de cuentos con la pregunta ¿Can such things be? Aunque el título de este escrito evoca, y de manera adrede, el ensayo de José L. González, quiero que sepa el lector que en Puerto Rico esa pregunta tiene contestación. Sí, esas cosas pueden ser y más en este pedazo de tierra, o de cemento; al paso que lo llevan los de$sarrolladores. Allá la degradación del crédito (en gran medida gracias a sus mismos políticos) de los intocables Estados Unidos, aquí la devaluación interna del país, la reducción de los fondos federales a nivel nacional, el contagio de la crisis en los pueblos de la isla (Adjuntas, Toa Baja, etc.), la privatización de los haberes del pueblo, el desempleo, la criminalidad, la subida de los precios en los artículos de primera necesidad, los volátiles precios de la gasolina, ¿sigo? Ni hablar del comienzo del semestre escolar, eso si es el secretario no ha cerrado ninguna otra escuela. Con este panorama, ¿qué nos espera? Muchos dirán que hay esperanza, otros que hay que esperar un año más para cambiar a los que están en el poder (que no es mucha la diferencia), algunos buscarán de Dios y esperarán muy pacientes ha que la tarjeta de esa familia tan numerosa y extendida tenga fondos para ir al supermercado más cercano y ¡kaput! ¡tres carritos llenos y hasta el próximo depósito! Los que queden, se asomarán por la ventana de su lujosa mansión o bajarán el cristal de su humilde Maserati para ver a qué partido le tiene que hacer la “donación” para que su guiso continúe.

Siempre habrán unos que estarán dispuestos a “buscárselas” en lo que sea y eso incluye llevarse por el medio hasta: (A) madre, (B) padre, (C) hijos y (D) el núcleo familiar entero, que son todas las anteriores. Y casi me olvido de los de siempre, sí, los que cada año tienen que rendir sus contribuciones por las miserias que recogen de los anteriores, los que con uno o dos trabajos de ocho horas viven el día a día para poder pagar colegio, universidad, plan de salud, alimentos que se tienen que costear ellos porque no pertenecen a la gran familia, agua y energía ¡sin subsidio!, gasolina, comunicación, ¿seguridad? ¡Really! Uno se pregunta si con tantas leyes inútiles nuestros coprolitos legisladores no habrán legislado una exención por suicidios.

El país cuenta con ocho pisos. El país barco que está en el puerto de las sombras. El país donde todos los días para unos son viernes. Donde la cerveza es más barata que el agua. Donde los crímenes de odio se quedan ahí, en el odio, porque no ven la luz. Mientras los espíritus de las mujeres asesinadas por sus “esposos” caminan en la noche como en los cuentos de misterio de Bierce o Poe, la justicia sigue tomando el sol en la playa aunque haya aviso de huracán, sin entender que el país es un huracán. ¡Dónde estás Bonafoux, para que tu pluma esparza la acidez y el sarcasmo que tanto te caracterizaban! Aunque duela, la verdad.

Estos son los cuatro pisos adicionales de los hablo. Aquellos inquilinos del edificio del que hablaba José L. González han devenido en esto y el autor ya nos había echado un guiño hace 31 años que los “líderes” no quisieron ver, porque estaban muy ocupados leyendo las biografías de T. Roosevelt o Reagan:

“…el evidente fracaso del Estado Libre Asociado revela con perfecta claridad que el colonialismo norteamericano –después de haber propiciado, fundamentalmente para satisfacer necesidades del desarrollo expansionista de la metrópoli, una serie de transformaciones que determinaron una muy real modernización en la dependencia de la sociedad puertorriqueña– ya sólo es capaz de empujar a esa sociedad a un callejón sin salida y a un desquiciamiento general cuyos síntomas justamente alarmantes todos tenemos a la vista: desempleo y marginación masivos, dependencia desmoralizante de una falsa beneficencia extranjera, incremento incontrolable de una delincuencia y una criminalidad en gran medida importadas, despolitización e irresponsabilidad cívica inducidas por la demagogia institucionalizada...”

Por eso contesto con un sí la pregunta del título del libro de cuentos de Bierce ¿Can such things be? ¡Dónde más el lector encontrará un horror de tal magnitud! Los libros o estudios de Greenspan no cuentan, por si acaso.

domingo, 5 de junio de 2011

Acerca de un Biutiful Rabbit hole


El comentario surge luego de quedar poderosamente impactado por las películas que titulan esta reacción. La primera, Biutiful, del director González Iñarritu y donde Javier Bardem se deshace de su yo para encarnar a Uxbal, un padre casi soltero que tiene que lidiar con una esposa(madre) ausente y bipolar la cual está perdiendo su ser a medida que transcurre la historia. Uxbal cría a sus dos hijos, Mateo y Ana en medio de una Barcelona atestada de problemas sociales y de criminalidad. Uxbal siente responsable de ayudar, en lo que mejor conoce, a un grupo de inmigrantes chinos y senegaleses dentro de un sistema político económico que lo único que conoce es la corrupción por parte de las autoridades que controlan quién sale y quién entra al país. Uxbal se está muriendo y tiene poco tiempo.

Rabbit hole, dirigida por John Cameron Mitchell y donde Nicole Kidman (Becca) y Aaron Eckhart (Howie) nos muestran cómo el matrimonio Corbett lidia con la ausencia de su hijo Danny luego de sufrir un accidente desgraciado. Ambos personajes trabajan dos niveles en la historia, el primero es la cotidianidad del diario vivir en los suburbios y el segundo es el regreso a ese mausoleo que se ha convertido su casa, porque no hay un rincón que no le recuerde a su hijo. La situación da un giro inesperado luego de que Becca conoce a un joven que es un ávido lector de física aplicada y que imagina mundos paralelos dentro de esta realidad y que tiene una manera muy particular de ver la vida luego de la muerte.

Dos películas diferentes y similares al mismo tiempo. En ambas se trabaja con la pérdida humana que sufrimos en este efímero planeta. ¿Dónde encontrar a los seres que carecen de corporeidad? ¿Cómo nos vamos a despedir de ellos cuando llegue nuestro tiempo? Estas preguntas se pasean en mi mente como mariposas a medida que recuerdo los filmes. Y es que nuestra humanidad es una cosa pequeña e inevitable. Los personajes son agonistas, como los de Unamuno, están obligados a sentir el golpe de la realidad que nos obliga nuestra condición humana. El primer filme nos consuela con lo místico y lo espiritual y el otro con la ciencia de lo (im)posible, acaso en un futuro distante inventaremos una máquina capaz de materializar el pasado o una capaz de conectarnos con una realidad que nuestros humanos ojos no pueden captar, pero eso sería hablar de un Aleph. Una cosa sí nos dicen las películas, que todo es una cadena de eventos fortuitos, como manejado por un azar más fuerte que nuestras ganas de vivir, como si nos dijeran que no hay un plan preestablecido, sólo pasa y ya.

sábado, 21 de mayo de 2011

El fin no llegó

Para los que esperaron el fin y entiendo que en Puerto Rico aunque fue reseñada en los medios, no creyeron esta estupidez, sepan que hay más días por delante, porque el fin como tal ocurrira con el fin de nuestra humanidad cuando nos llegue la hora. El mito del fin es un cuento construído de diferentes maneras, que si por fuego, por agua, un asteroide partirá la tierra en dos y hasta una posible guerra nuclear entre las naciones, pero la verdad es que ha sido muy rentable con el paso del tiempo. ¿Por qué es rentable? Bueno, varios desquiciados digamos, Jim Jones, Waco, los seguidores de la luz y en Puerto Rico recuerdo aquel pastor que velaron por tres días, ya que luego de esto resucitaría para llevarse a sus seguidores en una especie de rapto VIP de su pequeñadiminutamicro iglesia. Sepan que el rapto no llegó nunca y después de cuatro días el cuerpo comenzaba a oler que ni los querubines querían acercarse. Una vez más la locura de unos pocos vuelve a cavalgar libre. Estos religiosos de chequera siempre andan predicando el miedo y la intolerancia más de lo que suelen hablar del amor y la comprensión que dicen encontrar en sus biblias. Slavoj Žižek en su libro El títere y el enano nos recuerda que "en nuestras vidas cotidianas, deseamos (o simulamos desear) cosas que en realidad no deseamos... lo peor que puede pasarnos es que obtengamos lo que OFICIALMENTE deseamos". Así que cuando uno de estos ovejalobos de pastores y curas le diga que el final es inminente y le pregunte si uno está preparado, la contestación es ¿usted lo está? y más importante aún ¿lo desea? Puedo estar seguro de algo que sí anhelan, el poder para controlar a los descerebrados que los siguen. Feliz fin del mundo.
Published with Blogger-droid v1.6.9

jueves, 5 de mayo de 2011

La pera del inquisidor


Después de haber arrancado la confesión a un malinterpretado hereje, Torquemada llegó al Convento de San Pablo en Valladolid. Cuando abrió la puerta se percató de una canasta que contenía unas inofensivas peras. No pasó ni un segundo, cuando el hambre le dio una punzada a su estómago. Se acercó a ellas y extendió la mano para tomar una. La asió y se deleitó en las simétricas curvas que poseía la misma. Tanteó una vez más la textura y percibió una suavidad que lo obligó a propinarle un mordisco. Mientras masticaba, exclamó:

-¡Ésta no me destrozará la quijada! -saboreó triunfante y tragó.

miércoles, 4 de mayo de 2011

Todo un héroe

(Algo para la ocasión)



Por la mañana, el periódico La búsqueda había dado a conocer la escasa noticia. En unas mezquinas líneas, el artículo anunciaba que el soldado Jorge Bárbaro entró a un hospital y sin mediar palabras abrió fuego contra todos los que se encontraban allí, matando a diez civiles. En el transcurso del mediodía, el programa radial El intachable declaró que el soldado Jorge Bárbaro ingresó a un supuesto hospital y se batió a tiros con un grupo de insurgentes de la zona. Durante la tarde, el noticiario de televisión Notinstante mostró la grabación de segundo y medio que captó al soldado Jorge Bárbaro penetrar al perverso centro de mando paramilitar y eliminar a 10 rebeldes de la resistencia. En la noche, el diario en línea Sólo la verdad dejó saber que el soldado Jorge Bárbaro sería condecorado con los más altos honores militares, dado el exitoso operativo que culminó con el desmantelamiento de una maléfica base terrorista del país. Al otro día, el presidente de la nación instó a que otros soldados emulasen el perínclito espíritu de ese auténtico héroe de guerra, Jorge Bárbaro.

viernes, 22 de abril de 2011

Santa reflexión o la ausencia de los axiomas

Mientras leo el libro del Eclesiastés (uno de mis favoritos) saltan a mi mente varios pensamientos. El libro, que su autor es anónimo, siguiendo las corrientes literarias de la época, en la que muchos autores se desconocen, me llama la atención un capítulo en especial. El capítulo ocho, versículo once, titulado El misterio de la ausencia de Dios, en el cuál el autor propone como algo “desconcertante” (esa es la palabra que tengo a la mano en mi traducción) que las acciones malas no son inmediatamente juzgadas y castigadas y que así los hombres encuentran un incentivo más para inclinarse hacia la maldad. Estamos hablando que el poeta vivió en el siglo III antes de Cristo, imagínense en esta época actual, donde los poderosos y adinerados encuentran subterfugios en la ley y la opinión publica para salirse con la suya. Para muestra un botón, y realmente no quiero revivir el cuadro de horrores y casos sin solución de mi isla, que poco a poco se convertido en un cuento terrible a lo Poe. Dice más el escritor, y asegura que es “desconcertante” como hay justos en esta tierra a los que les pasa todo lo malo que a un injusto le debería ocurrir y viceversa.

Los inocentes paga y no hay Dios que lo evite, digo, la vida es una y hay que saber que caminos recorrer. Algo así como la condición humana brinca a mis oídos, un ser para la muerte, un ser efímero en todo su conjunto, el cual está amarrado al caos que es la vida. Opino que el autor debió haber conocido o escuchado de la filosofía de los cínicos, Antístenes, Diógenes de Sinope etc., los cuales postulaban la sencillez y la pobreza extrema como la manera más elevada de la virtud. Además de predicar que los trabajos, las riquezas y los placeres eran ejercicios fútiles ante lo pasajera que era la vida. El capítulo uno, versículo tres, titulado con cierto cinismo El eterno retorno: ¿para qué?, nos dispara una pregunta muy a lo Diógenes: ¿Qué le queda al hombre de toda sus fatigas cuando trabaja tanto bajo el sol? Respuesta para esto se puede encontrar en el capítulo ocho, versículo quince, donde a la manera de Horacio y Ronsard nos insta a vivir la alegría, ya que la única felicidad para el hombre es comer, beber y regocijarse.

Por último hago la comparación de la filosofía cínica con Qohelet (así se hace llamar el autor) ya que hay una máxima que dice:”Perro vivo vale más que león muerto”, esto porque el adjetivo para perro en griego era kyon y los cínicos eran llamados kynikos, que era algo así como aperreados (disculpen el wikipediaso). El capítulo finaliza en el nueve con el versículo cinco, con una cita, con la cual Sartre estaría de acuerdo: “Los vivos saben que morirán”, digo, Sartre hablaba sobre la angustia del ser, que la vida era una angustia porque sabemos que un día terminará, sabe el hombre donde nace y no donde va a morir… Disfruten la playa en este día.