sábado, 12 de julio de 2008

Esencia innata

Álex Grijelmo en su libro La seducción de las palabras, da un ejemplo sobre el habla y la inteligencia humana: “El más inteligente de los monos es incapaz de hablar, pero el más estúpido de los humanos podrá hacerlo aunque sea analfabeto, porque el lenguaje forma parte de una esencia innata, y la adquisición del lenguaje, el primer aprendizaje, no tiene relación directa con la inteligencia”.

El debate sobre la medida PC 4349, o mejor conocida como la que declara el 4 de julio el día de “soy americano”, ocupó más de dos horas de debate en la Cámara baja. No se habló sobre mejorar el sistema de educación, la salud o la situación económica que afecta a miles de puertorriqueños. Esto sería lo ideal, lo utópico para ser más exacto. Sólo se debatió la importancia de proclamar este día como uno muy importante para la nación puertorriqueña, sí, y dije nación. Escúcheme bien, ahora podremos tener el sosiego mental que tanto perseguimos. El arroz brotará libre en los patios de las casas de Puerto Rico. El costo de la leche bajará. La gasolina volverá al prehistórico precio de .35 centavos el litro. Los farmacéuticos repartirán gratis las medicinas frente a las puertas de las droguerías. Todo se solucionará en el país con tan sólo repetir la frase mística de “soy americano”.

El ser humano es algo maravilloso y complicado a la vez. Podemos obrar a favor de la inteligencia o ir en contra de ella, sin sentir la menor sensación de fatuidad. La rutina nos tontifica, nos lobotomiza, diría Javier Ávila. La cotidianidad rebaja la discusión de altura a puras bagatelas impertinentes. Quedan preguntas sueltas: ¿Qué resuelve este proyecto? ¿Qué adelanta? Afirmar lo que no somos es idea de seres que viven perturbados por lo que quisieran ser y no pueden.

Un mono no hablará y no será inteligente, pero si puede diferenciarse y buscar adónde pertenece.

1 comentario:

Miranda Merced dijo...

Prometo portarme bien.Prometo portarme bien.Prometo portarme bien.Prometo portarme bien.Prometo portarme bien.Prometo portarme bien.Prometo portarme bien.Prometo portarme bien.Prometo portarme bien.Prometo portarme bien.Prometo portarme bien.Prometo portarme bien.
No entiendo, aunque lo escriba diez veces en la pizarra, cien veces en mi libreta, mil veces en mi mente, no puedo. ¿Tendré algún tipo de rezago emocional, cultural, intelectual, o sencillamente no me lo creo?